En INTA Anguil estudian estrategias de manejo para mejorar la alfalfa
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La alfalfa es una de las especies forrajeras más importantes de la ganadería argentina. En la región semiárida pampeana, donde el agua es un recurso limitado, investigadores del INTA evaluaron distintos tratamientos de fertilización para mejorar tanto la productividad como la sostenibilidad del cultivo. La experiencia se realizó sobre suelos franco y franco-arenoso con bajo contenido de fósforo.
“La alfalfa tiene altos requerimientos nutricionales, y es clave manejar la fertilización para lograr buenas producciones de forraje, sobre todo en ambientes con restricciones hídricas”, explicó Romina Fernández, una de las responsables de los estudios. La investigación contempló aplicaciones crecientes de fósforo -9, 18 y 36 kilogramos por hectárea por año- con y sin la incorporación de azufre.
“La eficiencia en el uso del agua también mejoró con la fertilización azufrada, sobre todo en dosis medias y bajas de fósforo”, indicó Alberto Quiroga. Pero es muy variable a lo largo del año, con que oscilan entre 10 y 41 de materia seca por hectárea por milímetro.
Nutrientes exportados #
Los resultados del trabajo demuestran la importante exportación de nutrientes debido al corte mecánico. Al respecto, en 3 años la cantidad exportada de P fue alta y presentó un rango entre 50 y 119 kilogramos por hectárea. Con respecto a la exportación de azufre el rango fue entre 36 y 105 kilogramos por hectárea, y los cationes exportados -calcio, magnesio y potasio- se encontraron entre 700 y 1800 kilogramos por hectárea.
En una zona como la pampeana, el aporte de nutrientes es esencial, para la producción de alfalfa y otros cultivos.
El nitrógeno (N) es esencial para el crecimiento vegetativo de la alfalfa. Ayuda en la formación de hojas y tallos, lo que resulta en una mayor biomasa.
El fósforo (P), en tanto, es crucial para el desarrollo radicular. Un sistema de raíces fuerte permite la absorción de agua, y nutrientes de manera más eficiente por parte de la planta, lo que se traduce en un crecimiento más robusto.
Como indicaron los investigadores del INTA Anguil, la fertilización con azufre (S) demostró que la producción de forraje aumenta entre un 12% y 33%. Este nutriente es importante para la síntesis de aminoácidos y proteínas, lo que mejora la calidad del producido.
Así, la gestión adecuada de los nutrientes, combinada con el uso de fertilizantes naturales, puede mejorar la eficiencia del cultivo y asegura que la alfalfa reciba los elementos necesarios en las proporciones correctas.
En suelos pobres en nutrientes, como la mayor parte de la región pampeana semiárida, la aplicación de fósforo y azufre puede aumentar la producción de forraje hasta un 33%, objetivos que optimizan la alimentación del ganado.
¿Por qué? #
Los especialistas destacan que la producción de alfalfa en la región pampeana de Argentina es fundamental para la ganadería y la agricultura del país.
a. Importancia económica: Informes especializados señalan que la alfalfa es la principal especie forrajera en Argentina, especialmente en la región pampeana, donde se concentra una gran parte de la producción de carne y leche.
b. Superficie cultivada: En la región pampeana, se estima que la alfalfa supera las 600.000 hectáreas cultivadas. Como sucede con las variables que ayudan, y a veces ‘condenan’ la producción, la cifra varía según las condiciones climáticas -cada vez menos manejadas por los humanos, a causa de nuestro aporte al calentamiento global, y a las prácticas agrícolas, en las que también, muchas veces, somos poco responsables.
c. Producción Anual: Se estima que la producción por ciclo, en esta región, puede alcanzar entre 3 a 5 millones de toneladas, una vez más, en relación a factores como el clima, la calidad del suelo y las técnicas de manejo.
d. Cosechas: La alfalfa es uno de los cultivos que se cosecha varias veces al año, generalmente entre 4 a 6 cortes, lo que permite maximizar la producción forrajera.
e. Calidad: La calidad del forraje de alfalfa es elevada, lo que la convierte en un alimento ideal para el ganado.
f. Beneficios Ambientales: Además de su valor económico, la alfalfa mejora la estructura del suelo y contribuye a la fijación de nitrógeno, lo que beneficia a otros cultivos en rotación.
Pienso, como divulgador, que somos responsables de lo que heredamos de nuestros mayores -sabemos que no todo fue bueno-, y ahora debemos prepararnos para que nuestro aporte sea mejor, positivo, importante, para quienes ya vemos como nuestros sucesores, y aquellos que los sucederán en las épocas duras por venir.