Satélites meteorológicos observan las temperaturas en Venus
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Los satélites Himawari-8 y -9, lanzados en 2014 y 2016, respectivamente, se desarrollaron para monitorear fenómenos atmosféricos globales mediante el uso de sus Advanced Himawari Imagers. El equipo de la Universidad de Tokio, dirigido por el investigador visitante Gaku Nishiyama, vio la oportunidad de utilizar los datos de los sensores de última generación para las observaciones espaciales de Venus, que casualmente son capturadas por los AHI cerca del borde de la Tierra.
Observar las variaciones temporales de temperatura en las cimas de las nubes de Venus es esencial para comprender su dinámica atmosférica y los fenómenos relacionados, como las mareas térmicas y las olas a escala planetaria. La obtención de datos para estos fenómenos presenta múltiples desafíos, como explicó Nishiyama. “Se sabe que la atmósfera de Venus exhibe variaciones a escala anual en la reflectancia y la velocidad del viento; Sin embargo, ninguna misión planetaria ha tenido éxito en la observación continua durante más de 10 años debido a la vida útil de sus misiones”, dijo. “Las observaciones terrestres también pueden contribuir al monitoreo a largo plazo, pero sus observaciones generalmente tienen limitaciones debido a la atmósfera de la Tierra y la luz solar durante el día”.
Los satélites meteorológicos, por otro lado, parecen adecuados para llenar este vacío debido a sus misiones de larga duración (los satélites Himawari están programados para operar hasta 2029). Los AHI permiten una cobertura infrarroja multibanda, que ha sido limitada en las misiones planetarias hasta la fecha, esencial para recuperar información de temperatura desde diferentes altitudes, junto con una observación frecuente y de bajo ruido. Con el objetivo de demostrar este potencial para contribuir a la ciencia en Venus, el equipo investigó la dinámica temporal observada de la atmósfera venusiana y proporcionó un análisis comparativo con conjuntos de datos anteriores. “Creemos que este método proporcionará datos valiosos para la ciencia de Venus porque es posible que no haya ninguna otra nave espacial orbitando alrededor de Venus hasta las próximas misiones planetarias alrededor de 2030”, dijo Nishiyama.
Además de aplicar con éxito los datos de Himawari a las observaciones planetarias, el equipo pudo utilizar los datos para identificar discrepancias de calibración en los datos de misiones planetarias anteriores.
Nishiyama ya está analizando las implicaciones del estudio más allá del horizonte de Venus. “Creo que nuestro novedoso enfoque en este estudio abrió con éxito una nueva vía para el monitoreo a largo plazo y multibanda de los cuerpos del sistema solar. Esto incluye la Luna y Mercurio, que también estudio en la actualidad. Sus espectros infrarrojos contienen diversa información sobre las propiedades físicas y de composición de su superficie, que son pistas de cómo han evolucionado estos cuerpos rocosos hasta el presente”. La perspectiva de acceder a una gama de condiciones geométricas sin las limitaciones de las observaciones terrestres es claramente emocionante, dijeron. “Esperamos que este estudio nos permita evaluar las propiedades físicas y de composición, así como la dinámica atmosférica, y contribuya a nuestra mayor comprensión de la evolución planetaria en general”.
Citation #
El artículo Temporal variation in the cloud-top temperature of Venus revealed by meteorological satellites (Variación temporal de la temperatura en la cima de las nubes de Venus revelada por satélites meteorológicos), fue publicado en la revista Earth Planets and Space. Autores: Gaku Nishiyama, Yudai Yudai, Shinsuke Uno, Shohei Aoki, Tatsuro Iwanaka, Takeshi Imamura, Yuka Fujii, Thomas G. Müller, Makoto Taguchi, Toru Kouyama, Océane Barraud, Mario D’Amore, Jörn Helbert, Solmaz Adeli & Harald Hiesinger